El siguiente texto no es de mi autoría pero me pareció interesante.
Muchas personas, erróneamente “amenazan” a otras con esta frase, pero en realidad como personas que somos (humanos), también tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones que todos los demás. En el ámbito escolar esta frase es muy utilizada por los padres de familia para “reclamar” a los maestros por la forma en como actuaron con sus hijos, siendo que muchos jóvenes, de secundaria sobre todo, al no tener una formación en valores fundamentales en sus casas, se tornan enormemente rebeldes ante la autoridad que aun en estos días deberían representar los maestros.
¿Que hacer?
Simplemente cuando recibas esta clase de “amenaza” indícale al padre que tu mismo lo puedes conducir a la instancia de derechos humanos que te corresponda por razón de tu domicilio e invítalo a que ponga su querella y en ese mismo momento dale a conocer al funcionario que te atienda los motivos que te orillaron a reprender o a tomar la acción que tuviste.
Por supuesto tu como persona tienes el derecho de ser respetado en la misma medida en que estas obligado a respetar.
Es importante considerar que muchos alumnos tienen o muestran un comportamiento totalmente diferente cuando están en la escuela al que tienen cuando se encuentran en su casa o en presencia del sus padres, por lo que también es muy conveniente hacer notar esta situación tanto a los padres como al mismo funcionario de derechos humanos.
Ahora bien, como este comportamiento es muy difícil de demostrar, puesto que no estamos grabando en vídeo, seria necesario que los involucrados, asistidos por derechos humanos pudieran hacer una investigación real y sin apasionamientos para conocer la verdad y que se pueda tomar la decisión correcta y más adecuada.
Es muy lamentable, ver que padres de familia, de manera totalmente inconsciente y arbitraria, llegan a hacer reclamaciones a los maestros cuando están dando su clase frente al grupo, HAZME EL CHINGADO FAVOR, pues con esta acción dan al traste con el respeto que el grupo debería tener hacia su mentor ocasionando con esto que mas adelante los alumnos, ignoren las indicaciones del maestro y vuelvan los tiempos de clase un infierno tanto para ellos como para los trabajadores de la educación. Lo viable sería que si tienen algún reclamo que hacer este lo hicieran frente a las autoridades escolares y en un lugar en que los alumnos no presencien para no quitarle la autoridad al maestro en el salón de clase.
Otra cosa que también ignoran o no quieren aceptar los padres es que en el grupo, un alumno que es irrespetuoso o conflictivo, logra con sus actos que el grupo sea mas difícil de controlar, sobre todo en las ultimas horas de clase, cuando ya tanto alumnos como maestros se encuentran cansados por las actividades de todo el día.
Así es que pediría a titulo personal que los padres de familia e incluso los mismos funcionarios acudan a las escuelas y estén frente a grupo unos días para que vean la dificultad que enfrentan los profesores al hacerse cargo de un grupo en ocasiones muy numeroso de muchachos, puesto que en casa si muchos padres no “soportan” a sus 2 o 3 hijos, como quieren que un maestro sin objeción alguna aguante el ritmo de 35 o 40 jóvenes en la “edad de la punzada”
Fuente: Hazme el chingado favor